Los más aferrados a una dieta “occidental”, que contiene una gran cantidad de harinas refinadas, azúcar, adictivos, carne roja procesada y alta en grasas tenían 2.5 veces más probabilidades de morir por cáncer de próstata.

Consumidores de una “dieta-occidental” también tenían un 67% más de riesgo de morir por cualquier causa, mientras que las tasas globales de mortalidad de los hombres de una dieta “prudente-saludable” rica en verduras, frutas, pescado azul (Omega 3) y legumbres se redujeron en un 36%.
Los investigadores analizaron los datos de salud y la dieta en 926 hombres que participan en una investigación en los Estados Unidos, pacientes diagnosticados con cáncer de próstata. Después del diagnóstico, los hombres fueron seguidos durante una media de 14 años.
Estudios previos han sugerido que algunos alimentos pueden retrasar el crecimiento del cáncer de próstata o reducir el riesgo de regresión después del tratamiento. Los ejemplos incluyen productos de soja, legumbres como judías, garbanzos y lentejas, brócoli, col rizada y otras verduras crucíferas, tomates cocinados (por el nutriente licopeno), el té verde y el zumo de granada. Otras buenas fuentes alimenticias del mineral selenio – pero no de suplementos – también son beneficiosos, incluyen las nueces de Brasil, el hígado, los riñones, pescado azul, mariscos y aves de corral.
Conclusión, mejor reducir o eliminar carne rojo, carnes procesadas, huevos, harinas refinadas, azúcar… etc. y incrementar en variedad frutas, verduras y legumbres combinado con algún ejercicio.