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La caries se caracteriza por una destrucción de los tejidos del diente como consecuencia de la desmineralización provocada por los ácidos que genera la placa bacteriana.
Aunque muchas veces hemos oído que comer caramelos puede provocarlas, lo cierto es que hay muchos más alimentos que la pueden originar. De hecho, los problemas dentales normalmente están causados por desequilibrios nutricionales. Por lo tanto, la prevención y el tratamiento de la caries está a nuestro alcance.
Dos factores
Hay dos factores que suelen coincidir en las personas que tienen caries:
- Una pobre digestión
- Un sobreconsumo de ciertos alimentos
La acidez
Según cuál sea nuestra alimentación y cómo funcione nuestro sistema digestivo tendremos también un pH u otro en todo el tubo digestivo que provocará que tengamos una saliva que pueda combatir a los gérmenes o bien una saliva ácida que sea el terreno ideal para todo tipo de enfermedades bucales. Las bacterias no serían, por lo tanto, la causa directa de las caires.
Alimentos que pueden provocar acidez
- Alimentos precocinados y procesados
- Azúcar blanco y alimentos que lo contengan
- Harinas refinadas
- Exceso de carne
- Quesos
- Café
Los adultos por lo general tienen 32 dientes. Cada diente corresponde a una vértebra en la columna y cada vértebra esta conectada a un órgano o glándula de importancia. Eso significa que si tenemos caries en algún diente también nos está indicado que algún órgano no funciona como debería. Los caninos, por ejemplo, se corresponden con el hígado y la vesícula.
La importancia del calcio
El calcio es un mineral fundamental para que los dientes estén fuertes y puedan prevenir también la caries. Lo podemos consumir con alimentos que lo contengan:
Sésamo (tahini o pasta de sésamo, gomasio o sal de sésamo, aceite de sésamo, etc.)
Brócoli (mejor todavía si conseguimos germinados de brócoli)
Almendras crudas y sin sal
Kéfir (mejor que el yogur, ya que al estar fermentado es mucho más digestivo. Podemos hacerlo también con leche de cabra)
Algas (preferiblemente ecológicas para que no tengan residuos tóxicos marinos
También podemos tomar ocasionalmente el remedio homeopático Calcium Fluoratum, que nos ayudará a asimilar mejor el calcio que consumamos.
Un remedio natural muy sencillo
Una manera de alcalinizar toda la boca es aplicarnos un poquito de bicarbonato sódico en el cepillo de dientes. No recomendamos hacerlo cada día ni en grandes cantidades, pero sí habitualmente o después de comidas ácidas, en momentos que notemos las encías inflamadas, etc.
Aceite esencial de orégano
El orégano es un potente antibacteriano natural, por lo que podemos utilizar una gotita de aceite esencial diluida en una cucharada de aceite vegetal para enjuagarnos o cepillarnos los dientes de vez en cuando. Si notamos un sabor demasiado fuerte podemos diluirlo en más aceite vegetal.
Enjuague bucal natural
Con aceites esenciales podemos preparar nuestro propio enjuague bucal natural.
Ingredientes:
- 3 gotas de aceite esencial de clavo
- 10 gotas de aceite esencial de menta
- 3 gotas de aceite esencial de árbol de té
- 1 gota de aceite esencial de canela
- 3 gotas de aceite esencial de tomillo
- 40 gotas de licor
- 100 ml de agua mineral
Mezclamos y agitamos bien todos los ingredientes. Lo podemos conservar en un lugar fresco y seco.
Si el enjuague es para niños evitaremos el aceite esencial de menta.
Enjuague con agua de mar
En herbolarios y dietéticas podemos encontrar botellas de agua de mar purificada que también podemos utilizar para realizar enjuagues bucales, ya que el agua marina es muy alcalina y además contiene todos los minerales de la tabla periódica en la medida exacta que nuestro organismo la necesita.
Las personas que vivan cerca de playas limpias también pueden ir a cogerla directamente. Es importante hacerlo al amanecer, evitando preferiblemente la época de baño, y sumergiendo una botella al fondo, para que el agua que cojamos no sea de la capa superficial, donde se acumulan los residuos.